Ejercicio VS Vida en Movimiento

¿Cuál es la Clave para un Estilo de Vida Longeva?

Dra. Marwil Zapata

10/18/2025

a woman in a white shirt holding a stethoscope

Mucha gente cree que "hacer ejercicio" es lo único que importa, pero la ciencia de la longevidad nos enseña que hay una gran diferencia entre tener una vida activa y pasar solo una hora en el gimnasio. Lo vamos a ver con una analogía. En la actualidad, el bienestar integral es una preocupación creciente para muchas personas. Dentro de este ámbito, dos términos que frecuentemente emergen son "ejercicio" y "vida en movimiento". A pesar de su aparente similitud, ambos conceptos poseen características distintas que juegan un papel crucial en el mantenimiento de una salud óptima.

El ejercicio se define comúnmente como una actividad física planificada, estructurada y repetitiva, que tiene como objetivo principal mejorar una o más capacidades físicas. Esta práctica abarca diversas modalidades, que van desde el levantamiento de pesas hasta las actividades aeróbicas, al tiempo que se orienta a cumplir con recomendaciones específicas de tiempo e intensidad. Por lo tanto, su ejecución puede considerarse formal y se realiza con un propósito definido, que generalmente incluye la mejora del estado físico general, el control del peso y la reducción del riesgo de enfermedades crónicas.

Por otro lado, la vida en movimiento refiere a un enfoque más holístico de la actividad física. Implica incorporar movimientos en la rutina diaria, buscando mantenerse activo a lo largo del día. Esto incluye actividades cotidianas, como caminar, usar escaleras en lugar de ascensores, o realizar tareas domésticas. Aunque no siempre se concretiza en sesiones de ejercicio programadas, cada pequeño esfuerzo suma y tiene un impacto positivo en el bienestar general y la longevidad. Así, la vida en movimiento promueve un estilo de vida activo sin la necesidad de regirse por un cronograma o un ambiente específico.

En resumen, comprender las diferencias entre el ejercicio y la vida en movimiento es fundamental para implementar de manera efectiva un enfoque saludable. Cada uno contribuye a la salud de forma única, y reconocer este valor garantizará una integración equilibrada de ambos en la búsqueda de un estilo de vida saludable.

Ejercicio: Una Mirada Profunda

A través de sus diversas modalidades, el ejercicio desempeña un papel fundamental en el fomento de una vida saludable. La razón principal detrás de la práctica regular de ejercicio radica en su capacidad para proporcionar múltiples beneficios tanto físicos como mentales.

Entre los tipos más comunes de ejercicio, encontramos el entrenamiento de fuerza, que se centra en el desarrollo muscular a través de la resistencia; el ejercicio cardiovascular, enfocado en mejorar la salud del corazón y la capacidad aeróbica; y las actividades de flexibilidad, que ayudan a mantener y mejorar la movilidad de las articulaciones. Cada forma de ejercicio contribuye de manera diferente al bienestar general, lo que resalta la importancia de incorporar una variedad de actividades en la rutina diaria.

Las pautas de salud actuales sugieren que los adultos deben realizar, al menos, 150 minutos de actividad aeróbica moderada cada semana, complementada con ejercicios de fortalecimiento al menos dos días a la semana. Esta combinación no solo promueve la pérdida de peso, sino que también reduce el riesgo de enfermedades crónicas, mejora la función cognitiva, y mejora el estado de ánimo. La regularidad en la práctica del ejercicio es clave para obtener estos beneficios, ya que la consistencia maximiza el impacto positivo sobre la salud.

Es importante destacar que el ejercicio no tiene que ser una tarea ardua; encontrar actividades que se disfruten, como bailar, nadar, o caminar, puede transformar la experiencia en algo agradable y sostenible. De esta manera, el ejercicio se convierte en un aliado para alcanzar un estilo de vida saludable, ofreciendo una amplia gama de ventajas que mejoran significativamente la calidad de vida.

Vida en Movimiento: El Valor de la Actividad Diaria

La vida en movimiento se refiere a la suma de todas las actividades que realizamos a lo largo del día, más allá del ejercicio estructurado. Estas actividades cotidianas, que pueden parecer triviales, son fundamentales para mantener una buena salud física y mental. Incorporar una mayor cantidad de movimiento en la vida diaria puede contribuir significativamente al bienestar general, ya que fomenta un estilo de vida activo y saludable.

Caminar es uno de los ejemplos más accesibles de actividad diaria. Ya sea que se trate de desplazarse desde y hacia el trabajo, dar un paseo durante el almuerzo o simplemente caminar por la casa, estas pequeñas acciones pueden acumularse para ofrecer beneficios sustanciales. Estudios indican que una caminata regular puede ayudar a mantener un peso saludable, mejorar la circulación y aumentar los niveles de energía a lo largo del día.

En mi caso lo que hago es subir escaleras en lugar de usar el ascensor, cómo vivo en un segundo piso es algo que se me hace fácil realizar a diario. Este simple cambio no solo incrementa mi actividad física, sino que también promueve mi salud cardiovascular y fortalece los músculos de mis piernas. La incorporación de hábitos como estos no requiere de un compromiso de tiempo significativo, solo ser consciente.

Por otro lado realizar tareas del hogar, como limpiar o jardinería, también cuenta como actividad física. Se ha demostrado que estas tareas contribuyen a un mayor nivel de movimiento diario y pueden ofrecer beneficios mentales al liberar endorfinas que mejoran el estado de ánimo. Incorporar actividad física en la rutina diaria no tiene que ser un esfuerzo monumental; pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia en la salud y el bienestar. Al adoptar una mentalidad de vida en movimiento, cada acción cuenta y puede contribuir a una vida más saludable y activa.

Beneficios del Ejercicio Regular y la Vida Activa.

El ejercicio regular presenta una amplia gama de beneficios para la salud; que son esenciales para mantener un estilo de vida saludable.

  • Mejora en la salud cardiovascular: La actividad física regular fortalece el corazón, lo que resulta en una mejor circulación sanguínea y un menor riesgo de enfermedades cardíacas. Según un estudio publicado en el Journal of the American College of Cardiology, las personas que se ejercitan de manera regular tienen un 30-40% menos de riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas en comparación con aquellas que llevan un estilo de vida sedentario.

  •  Control del peso: La rutina de ejercicios contribuye a la quema de calorías, lo que ayuda a mantener un peso corporal adecuado. La combinación de entrenamiento cardiovascular y entrenamiento de fuerza puede ser especialmente efectiva para la pérdida y mantenimiento de peso. Un análisis en la revista Obesity destaca que las personas activas tienen más probabilidades de mantener su peso ideal y de tener una composición corporal más saludable.

  • Fortaleza muscular: Al incorporar pesos y resistencia en tu rutina, puedes aumentar la masa muscular, lo que no solo mejora la apariencia física, sino que también contribuye a un mayor metabolismo en reposo. La mejora de la fuerza muscular es fundamental para realizar actividades cotidianas con mayor facilidad y reduce el riesgo de lesiones.

  • Salud Mental: La actividad física desencadena la liberación de endorfinas, sustancias químicas que inducen efectos positivos en el estado de ánimo. Según un estudio de la American Psychological Association, el ejercicio regular puede ser tan efectivo como algunos tratamientos terapéuticos para la depresión y la ansiedad.

  • Prevención de diversas enfermedades: La actividad física se asocia con un menor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer. Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud enfatizan que un estilo de vida activo puede reducir significativamente la incidencia de estas condiciones de salud. Estos beneficios subrayan la importancia del ejercicio regular en nuestro bienestar general.

La Importancia del Movimiento en la Vida Cotidiana

En la actualidad la vida nos ha llevado a un estilos de vida sedentario, es más cómodo y seguro pasan gran parte de nuestro tiempo sentados, ya sea en la oficina, en nuestro hogar o durante el transporte. Este cambio en los hábitos diarios puede tener efectos perjudiciales en nuestra salud física y mental. Mientras que el ejercicio formal es beneficioso, el simple acto de moverse de manera consciente a lo largo del día también desempeña un papel crucial en el bienestar general.

Integrar más movimiento en la rutina diaria puede contribuir a mayores niveles de energía. Cómo lo mencione antes elige actividades que exijan un poco más de esfuerzo, elige escalera en vez de ascenso, elige moverte cada 15 minutos si trabajas sentado todo el día, haz paseos largos a tus mascota (si aplica), planta, haz limpieza profunda una vez por semana, todo esto suma a una vida activa. 

La longevidad también se ve influenciada por el nivel de actividad diaria. Estudios han demostrado que las personas que se mantienen activas tienen mayores probabilidades de vivir más tiempo y disfrutar de una mejor calidad de vida en comparación con aquellas que llevan un estilo de vida sedentario. Aunque el ejercicio estructurado es importante, es fundamental considerar lo que ocurre fuera del gimnasio, fomentando un estilo de vida en movimiento.

Por lo tanto, es evidente que el movimiento juega un papel integral en la salud general. Promover hábitos que favorezcan la actividad en la vida cotidiana no solo puede mejorar el bienestar físico, sino también enriquecer la vida emocional y mental. La clave para un estilo de vida saludable radica en encontrar un equilibrio entre el ejercicio y el movimiento constante, asegurando que la actividad física forme parte del día a día.

En conclusión, combinar el ejercicio con formas de movimiento diario no solo es posible, sino que también es esencial para alcanzar un bienestar óptimo. Al hacerlo, se crea un enfoque dinámico y saludable que optimiza la salud física y mental.

Debes reflexionar sobre tu rutina diaria y cómo pueden integrar más movimiento en su vida. Aumentar la actividad física diaria no solo contribuye a la mejora de la condición física, sino que también puede tener efectos positivos en la salud mental y emocional.

Es importante señalar que el concepto de salud va más allá de la mera ausencia de enfermedad; implica un estado de completo bienestar físico, mental y social. Por ello, al adoptar un enfoque que valore tanto el ejercicio regular como el movimiento activo, se fomenta un estilo de vida saludable que puede prevenir enfermedades crónicas y mejorar la calidad de vida